'Mi alma llora por mi hermano'
Demostró por qué, a sus 85 años, sigue manteniendo esa vigencia designada solo para los ¡grandes!, él y su partner de toda la vida, Arturo Cavero.
Demostró por qué, a sus 85 años, sigue manteniendo esa vigencia designada solo para los ¡grandes!, él y su partner de toda la vida, Arturo Cavero.
La primera guitarra del Perú' hoy llora más que nunca al recordar a su compañero de siempre, el gran Arturo 'Zambo' Cavero. Trome conversó con el 'Maestro' Avilés. Nos enseñó a tocar guitarra, bromeando con un 'No hay Oscar malo'. Y demostró por qué, a sus 85 años, sigue manteniendo esa
vigencia designada solo para los ¡grandes!, él y su partner de toda la vida, Arturo Cavero.
Maestro, es un honor conversar con usted. ¿Son días muy difíciles?
Sí, claro. No estoy bien como quisiera. Me siento muy triste y mi alma llora tras la muerte de mi hermano 'Zambo' Cavero. Yo tampoco estoy bien de salud. Ahora mismo por el timbre de voz que tengo, te das cuenta que estoy resfriado, con fiebre. Me he levantado de la cama por tratarse de ustedes.
¿Cuál es la canción que más le emocionó tocar acompañado de la voz y el cajón del 'Zambo'?
Todas, porque todas tienen el sello Perú. Todas las composiciones de Polo Campos son buenísimas. Siendo todas peruanas, las ejecuto y las cantaba hasta hace poco con Arturo con emoción. Recuerdo mucho cuando nos íbamos al extranjero, allá donde el peruano extraña más a su patria. No nos dejaban salir del escenario y la gente, compatriotas, lloraba mucho al punto de emocionarnos también a nosotros.
¿Cómo considera su relación con el intérprete de 'Contigo Perú'?
Fue mi amigo, mi hermano de toda la vida. Es importante eso, porque a pesar que él era hincha de Alianza y yo del Chalaco, siempre lo hacía reír cuando le decía: 'Muchacho, vive al Callao, sus deportistas también, que con sus triunfos han brindado al Perú prestigio y honor a la vez' (sonríe).
Lo hemos visto en el hospital, ¿qué le pasó por la cabeza cuando lo veía acostado en una cama de Cuidados Intensivos?
(sus ojos se llenan de lágrimas) Mucha emoción, tantos recuerdos. La primera vez que lo internaron ya hablábamos muy poco, porque estaba fatigado. La segunda vez, ya no lo dejaban hablar casi porque estaba en Cuidados Intensivos.
¿Se quebró?
No sé si lloré o no, pero me lloraba el alma por lo menos. Imagínate, es mi hermano quien estaba ahí.
¿Qué recuerdos de él?
Todos. Es difícil decirte uno en especial. Yo lo llamaba 'Arturico', cuando tocábamos nos conocíamos con solo mirarnos. Él me decía: 'Adelante, maestro'.
Sin embargo, él tenía una chapa desde chico, ¿cuál era?
Nunca me dijo por qué en su barrio le decían 'Tuta', con 'T' (sonríe).
¿Cuál ha sido el mejor recital que tocaron?
El que dimos en la OEA (Organización de Estados Americanos). Tanto en la interpretación como en la entrega a un público que sabíamos era peruano. Recuerdo que Iván Silva, locutor chileno, fue maestro de la ceremonia y le pidió a Arturo explicar algo sobre el cajón. Entonces, Cavero le dijo que era un instrumento de percusión auténticamente peruano y en el Perú teníamos todo, añadiendo después: 'A los peruanos nos conocen por tener todo, imagínese que en el aeropuerto me han revisado el cajón por todos lados, pero no encontraron nada' (sonríe).
¿Qué platillo era el que comían con mayor placer?
Yo probé, alguna vez, la sazón de la mamá de Arturo y cocinaba estupendo. Una vez, nos invitó a comer y preparaba la comida criolla como nadie.
Él comía guiso de gato, ¿lo acompañó alguna vez en esa afición culinaria?
No he comido gato, a él le encantaba. Soy el único peruano y chalaco, al que no le gusta el cebiche. Lo que me encanta a mí es el 'seco a la limeña'.
¿Alguna anécdota detrás del escenario que recuerde?
Todas las que puedes imaginar. En los 70 vendíamos muchos discos y recuerdo que el Presidente de ese entonces, el general Velasco, también le cogió gran cariño a Arturo y permanentemente ordenaba que participáramos en cuantas reuniones y agasajos había en el entorno presidencial. Recuerdo que el general, al escucharlo, dijo: 'Qué tal zambo, hace como que va a tocar y no toca. Hace como que va a cantar y no canta'. Era la expresividad y el estilo propio de Cavero.
JUNTOS EN EL MUNDIAL DE 'ESPAÑA 82'
Ambos fueron muy amigos, también, de Teófilo 'Nene' Cubillas.
Por supuesto. Recuerdo cuando, en las Eliminatorias, Arturo y yo íbamos a cantarles a los muchachos. Antes era otro fútbol.
Los dos asistieron al Mundial de Fútbol de 'España 82'. ¿Qué pasó en ese avión camino a la cita mundialista?
(sonríe) La gran fiesta comenzó apenas el avión, lleno de compatriotas, despegó del 'Jorge Chávez'. Las botellas de whisky circulaban de asiento en asiento. Al llegar al aeropuerto de Maiquetía, de Caracas, imprescindible parada técnica antes de llegar a España, la algarabía llegó al clímax. Teníamos que esperar una hora, así que Arturo y yo con guitarra y cajón cantamos dos valses: 'A gozar peruanos que somos hermanos/que se haga victoria nuestra gratitud/te daré la vida y cuando yo muera'. La gente lloraba de emoción, otros gritaban: ¡Perú campeón de España 82!
Sabemos que usted fue testigo cuando nuestra selección jugó con Camerún, Arturo Cavero se hizo pasar por brujo peruano.
(sonríe) Es verdad, nos encontramos en el bar del estadio con los hinchas de Camerún. Eran negros altísimos, con túnicas blancas que decían eran los brujos de la selección africana. Entonces, el ocurrente Belisario de las Casas decidió que Arturo sea el brujo de la selección peruana y para comprobarlo le dijo: 'Vaya y le pega un alce al primer brujo camerunés que viera, a cambio de una botella de jerez 'Don Pepe'. Arturo fue y, sin mandárselo a decir, le pegó un soberano alce al primer negro altísimo que vio. El 'Zambo', para completar la apuesta, mediante señas con la mano le dijo al brujo que era maricón. Para sorpresa nuestra, el camerunés interpretó las señas y el acto como un gesto de amistad, hizo un gesto de agradecimiento y sonrió (risas).
¿Cómo hizo para ser la primera guitarra del Perú?
Estudié. Mi padre me matriculó en el conservatorio, ese es el motivo por el que puedo tocar con cierta facilidad, pero más que nada, es un regalo de Dios que me ha dado un sentido creativo. Gracias a Dios he sido reconocido no solo en el Perú, sino afuera donde he sido premiado junto a Polo Campos, Jesús Vásquez y Arturo 'Zambo' Cavero.
En la actualidad, ¿cómo comienza su día?
En primer lugar, me levanto tarde. A las 12 del día. Buena hora. Yo quiero mucho al barrio de La Victoria, pero yo nací en el Callao, en la sexta cuadra del jirón Zepita. Y a veces se me da por visitar esos lugares, donde desde mi infancia fui feliz.
Mis tías me decían que usted tenía mucho jale con el sexo opuesto, ¿es verdad?
Eso no te puedo decir ahora, porque mi esposa está muy cerca (risas). Tenemos 52 años de casados. Es la mujer de mi vida.
Sé que su señora lo cuida mucho, incluso, lo acompaña a caminar por las calles de San Isidro.
Ella es lo mejor que me pudo haber pasado. Sí he caminado mucho, pero ahora he bajado el ritmo, con lo que me aqueja no puedo caminar lo que hacía antes.
¿De qué está enfermo?
Desde muy joven padezco del estómago, ese ha sido mi talón de Aquiles. No sé qué tengo, pero prefiero no enterarme (risas). Además de la vista y los oídos, que me han dado de comer 70 años, ahora se me han revelado.
El momento más triste de su vida fue la muerte reciente de su hijo Gustavo, ¿cómo lo recuerda?
Dices bien, cuando manifiestas que fue el día más triste de mi vida. Él murió hace tres meses, era el tercero de mis hijos (guarda silencio).
A veces, al extranjero que viene se le trata con un cariño desmesurado, en especial de parte del Congreso, a comparación del nacional, ¿les dan el valor que merecen?
Pienso que no, pero los artistas peruanos demuestran en el exterior que deben fijarse en el Perú. Yo me siento amado por la gente de mi país, mira que Alejandro Granda fue el mejor tenor del mundo, peruano. Ahora lo tenemos a Juan Diego Flórez.
¿A qué hora duerme?
Ahora ya duermo en cuanto llego. No me preguntes a qué hora llego (carcajadas).
¿Tomaban chela o pisco?
En mi juventud he sido pisquero, pero después tomaba cerveza. En estos momentos me está prohibido por mi médico.
REZO TODAS LAS NOCHES
¿Le tiene miedo a la muerte?
Prefiero no hablar de eso. Yo rezo en las noches y soy católico. Dios ha sido tan generoso conmigo que desde el año 42 me dio la posibilidad de ser la primera guitarra del Perú y me ha dado amigos verdaderos como Arturo Cavero.
En todo caso, ¿cómo se hace para llegar a los 85 de pie y luchando?
Es cuestión de una vida ordenada (carcajadas).
¿Ha tenido una vida ordenada?
Nooo, ¿tú crees? Además, como decía mi abuelita: 'Cada fruta tiene su tiempo'.
Gracias, maestro. Usted es un patrimonio cultural vivo del Perú y es mejor persona. Gracias por tantas alegrías y buena música junto a Arturo 'Zambo' Cavero.
Gracias a ti. Te muestro los trofeos que he ganado. No son míos, le pertenecen a todos ustedes que forman parte del Perú. Estoy rezando por el alma de Arturo, la verdad que me duele mucho, pero así es la vida.
Maestro, es un honor conversar con usted. ¿Son días muy difíciles?
Sí, claro. No estoy bien como quisiera. Me siento muy triste y mi alma llora tras la muerte de mi hermano 'Zambo' Cavero. Yo tampoco estoy bien de salud. Ahora mismo por el timbre de voz que tengo, te das cuenta que estoy resfriado, con fiebre. Me he levantado de la cama por tratarse de ustedes.
¿Cuál es la canción que más le emocionó tocar acompañado de la voz y el cajón del 'Zambo'?
Todas, porque todas tienen el sello Perú. Todas las composiciones de Polo Campos son buenísimas. Siendo todas peruanas, las ejecuto y las cantaba hasta hace poco con Arturo con emoción. Recuerdo mucho cuando nos íbamos al extranjero, allá donde el peruano extraña más a su patria. No nos dejaban salir del escenario y la gente, compatriotas, lloraba mucho al punto de emocionarnos también a nosotros.
¿Cómo considera su relación con el intérprete de 'Contigo Perú'?
Fue mi amigo, mi hermano de toda la vida. Es importante eso, porque a pesar que él era hincha de Alianza y yo del Chalaco, siempre lo hacía reír cuando le decía: 'Muchacho, vive al Callao, sus deportistas también, que con sus triunfos han brindado al Perú prestigio y honor a la vez' (sonríe).
Lo hemos visto en el hospital, ¿qué le pasó por la cabeza cuando lo veía acostado en una cama de Cuidados Intensivos?
(sus ojos se llenan de lágrimas) Mucha emoción, tantos recuerdos. La primera vez que lo internaron ya hablábamos muy poco, porque estaba fatigado. La segunda vez, ya no lo dejaban hablar casi porque estaba en Cuidados Intensivos.
¿Se quebró?
No sé si lloré o no, pero me lloraba el alma por lo menos. Imagínate, es mi hermano quien estaba ahí.
¿Qué recuerdos de él?
Todos. Es difícil decirte uno en especial. Yo lo llamaba 'Arturico', cuando tocábamos nos conocíamos con solo mirarnos. Él me decía: 'Adelante, maestro'.
Sin embargo, él tenía una chapa desde chico, ¿cuál era?
Nunca me dijo por qué en su barrio le decían 'Tuta', con 'T' (sonríe).
¿Cuál ha sido el mejor recital que tocaron?
El que dimos en la OEA (Organización de Estados Americanos). Tanto en la interpretación como en la entrega a un público que sabíamos era peruano. Recuerdo que Iván Silva, locutor chileno, fue maestro de la ceremonia y le pidió a Arturo explicar algo sobre el cajón. Entonces, Cavero le dijo que era un instrumento de percusión auténticamente peruano y en el Perú teníamos todo, añadiendo después: 'A los peruanos nos conocen por tener todo, imagínese que en el aeropuerto me han revisado el cajón por todos lados, pero no encontraron nada' (sonríe).
¿Qué platillo era el que comían con mayor placer?
Yo probé, alguna vez, la sazón de la mamá de Arturo y cocinaba estupendo. Una vez, nos invitó a comer y preparaba la comida criolla como nadie.
Él comía guiso de gato, ¿lo acompañó alguna vez en esa afición culinaria?
No he comido gato, a él le encantaba. Soy el único peruano y chalaco, al que no le gusta el cebiche. Lo que me encanta a mí es el 'seco a la limeña'.
¿Alguna anécdota detrás del escenario que recuerde?
Todas las que puedes imaginar. En los 70 vendíamos muchos discos y recuerdo que el Presidente de ese entonces, el general Velasco, también le cogió gran cariño a Arturo y permanentemente ordenaba que participáramos en cuantas reuniones y agasajos había en el entorno presidencial. Recuerdo que el general, al escucharlo, dijo: 'Qué tal zambo, hace como que va a tocar y no toca. Hace como que va a cantar y no canta'. Era la expresividad y el estilo propio de Cavero.
JUNTOS EN EL MUNDIAL DE 'ESPAÑA 82'
Ambos fueron muy amigos, también, de Teófilo 'Nene' Cubillas.
Por supuesto. Recuerdo cuando, en las Eliminatorias, Arturo y yo íbamos a cantarles a los muchachos. Antes era otro fútbol.
Los dos asistieron al Mundial de Fútbol de 'España 82'. ¿Qué pasó en ese avión camino a la cita mundialista?
(sonríe) La gran fiesta comenzó apenas el avión, lleno de compatriotas, despegó del 'Jorge Chávez'. Las botellas de whisky circulaban de asiento en asiento. Al llegar al aeropuerto de Maiquetía, de Caracas, imprescindible parada técnica antes de llegar a España, la algarabía llegó al clímax. Teníamos que esperar una hora, así que Arturo y yo con guitarra y cajón cantamos dos valses: 'A gozar peruanos que somos hermanos/que se haga victoria nuestra gratitud/te daré la vida y cuando yo muera'. La gente lloraba de emoción, otros gritaban: ¡Perú campeón de España 82!
Sabemos que usted fue testigo cuando nuestra selección jugó con Camerún, Arturo Cavero se hizo pasar por brujo peruano.
(sonríe) Es verdad, nos encontramos en el bar del estadio con los hinchas de Camerún. Eran negros altísimos, con túnicas blancas que decían eran los brujos de la selección africana. Entonces, el ocurrente Belisario de las Casas decidió que Arturo sea el brujo de la selección peruana y para comprobarlo le dijo: 'Vaya y le pega un alce al primer brujo camerunés que viera, a cambio de una botella de jerez 'Don Pepe'. Arturo fue y, sin mandárselo a decir, le pegó un soberano alce al primer negro altísimo que vio. El 'Zambo', para completar la apuesta, mediante señas con la mano le dijo al brujo que era maricón. Para sorpresa nuestra, el camerunés interpretó las señas y el acto como un gesto de amistad, hizo un gesto de agradecimiento y sonrió (risas).
¿Cómo hizo para ser la primera guitarra del Perú?
Estudié. Mi padre me matriculó en el conservatorio, ese es el motivo por el que puedo tocar con cierta facilidad, pero más que nada, es un regalo de Dios que me ha dado un sentido creativo. Gracias a Dios he sido reconocido no solo en el Perú, sino afuera donde he sido premiado junto a Polo Campos, Jesús Vásquez y Arturo 'Zambo' Cavero.
En la actualidad, ¿cómo comienza su día?
En primer lugar, me levanto tarde. A las 12 del día. Buena hora. Yo quiero mucho al barrio de La Victoria, pero yo nací en el Callao, en la sexta cuadra del jirón Zepita. Y a veces se me da por visitar esos lugares, donde desde mi infancia fui feliz.
Mis tías me decían que usted tenía mucho jale con el sexo opuesto, ¿es verdad?
Eso no te puedo decir ahora, porque mi esposa está muy cerca (risas). Tenemos 52 años de casados. Es la mujer de mi vida.
Sé que su señora lo cuida mucho, incluso, lo acompaña a caminar por las calles de San Isidro.
Ella es lo mejor que me pudo haber pasado. Sí he caminado mucho, pero ahora he bajado el ritmo, con lo que me aqueja no puedo caminar lo que hacía antes.
¿De qué está enfermo?
Desde muy joven padezco del estómago, ese ha sido mi talón de Aquiles. No sé qué tengo, pero prefiero no enterarme (risas). Además de la vista y los oídos, que me han dado de comer 70 años, ahora se me han revelado.
El momento más triste de su vida fue la muerte reciente de su hijo Gustavo, ¿cómo lo recuerda?
Dices bien, cuando manifiestas que fue el día más triste de mi vida. Él murió hace tres meses, era el tercero de mis hijos (guarda silencio).
A veces, al extranjero que viene se le trata con un cariño desmesurado, en especial de parte del Congreso, a comparación del nacional, ¿les dan el valor que merecen?
Pienso que no, pero los artistas peruanos demuestran en el exterior que deben fijarse en el Perú. Yo me siento amado por la gente de mi país, mira que Alejandro Granda fue el mejor tenor del mundo, peruano. Ahora lo tenemos a Juan Diego Flórez.
¿A qué hora duerme?
Ahora ya duermo en cuanto llego. No me preguntes a qué hora llego (carcajadas).
¿Tomaban chela o pisco?
En mi juventud he sido pisquero, pero después tomaba cerveza. En estos momentos me está prohibido por mi médico.
REZO TODAS LAS NOCHES
¿Le tiene miedo a la muerte?
Prefiero no hablar de eso. Yo rezo en las noches y soy católico. Dios ha sido tan generoso conmigo que desde el año 42 me dio la posibilidad de ser la primera guitarra del Perú y me ha dado amigos verdaderos como Arturo Cavero.
En todo caso, ¿cómo se hace para llegar a los 85 de pie y luchando?
Es cuestión de una vida ordenada (carcajadas).
¿Ha tenido una vida ordenada?
Nooo, ¿tú crees? Además, como decía mi abuelita: 'Cada fruta tiene su tiempo'.
Gracias, maestro. Usted es un patrimonio cultural vivo del Perú y es mejor persona. Gracias por tantas alegrías y buena música junto a Arturo 'Zambo' Cavero.
Gracias a ti. Te muestro los trofeos que he ganado. No son míos, le pertenecen a todos ustedes que forman parte del Perú. Estoy rezando por el alma de Arturo, la verdad que me duele mucho, pero así es la vida.
(Oscar Torres / "El Trome")
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